(#reseña) Fábulas para la conciencia, de Luis Rafael García Lorente

Autor: Luis Rafael García Lorente
Título: Fabulas para la conciencia
Editorial: Amazon
Género: Fabulas
Páginas: 120
Diseño portada: Susana Escarabajal Magaña
Precio (papel): 3,36 euros
ISBN-10: 1492719935
ISBN-13: 978-1492719939

Este volumen lo componen 35 relatos que intentan despertar las conciencias ante las injusticias del mundo y hacer reír a costa de sus responsables. Aunque muchos de los relatos tratan temas de cierta actualidad, el autor no ha intentado hacer un análisis exhaustivo y riguroso de los mismos sino que están tratados con un amplio margen de licencia artística. La amenidad e intensidad de estos cuentos los hacen ideales para pasar un buen rato, a lo que ayuda su lenguaje claro y preciso. La portada ha seguido una sugerencia de la diseñadora Susana Escarabajal Magaña.

Hola

Vengo a traeros mi opinión personal sobre un libro que no suelo ni leer ni reseñar al no ser mi estilo. 

El autor critica todos los temas de actualidad y de sentimientos, además de meterse con la sociedad actual a base de ácidas pero a la vez divertidas 35 fábulas, donde deja a las personas como casi máquinas, frías y sin sentimientos.

Nos lo describe además de dar sugerencias de como ser mejores personas y mejorar la sociedad, sin llegar a ser una tesis y desde su humilde y bondadoso corazón.

Y, la verdad, te hace pasar un buen rato, buenisimo y te hace, repito, recapacitar en  lo que nos hemos convertido ahora mismo.
  Nací en abril de 1965 en La Campaneta, una pedanía de Orihuela (Comunidad Valenciana), de padres agricultores. Estudié en la Universidad de Murcia la especialidad de Filología Hispánica. Por problemas de fobia social y salud mental, hube de dedicarme a compartir con mi padre las tareas agrícolas del negocio familiar a la salida de la universidad y durante más de 20 años. Aunque siempre había escrito relatos, tras la muerte de mi padre, experimenté de modo imperioso el impulso espiritual de compartir el producto de mi creatividad con los demás a la vez que de abrir mi corazón al afecto y la solidaridad con mis semejantes. Para ambos propósitos, encontré en internet una herramienta inigualable e imprescindible. En 2010 me compré mi primer ordenador y desde febrero de 2011 publico relatos y poemas en mis blogs y en múltiples plataformas de la red. Mi norma estilística es que, si lo que escribo es confuso, mejor que sea por la naturaleza del tema en sí que por mi culpa y mi ley moral es la generosidad por encima de todo.

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